Ven, dulce amiga, que tu amor impl… Luzca en tus ojos esplendor sereno… Y baje en ondas al ebúrneo seno De tus cabellos fúlgidos el oro. ¡Oh mi único placer! ¡oh mi tesoro…
Reina el sol, y las olas serenas Corta en torno la prora triunfante… Y hondo rastro de espuma brillante Va dejando la nave en el mar. “¡Tierra!” claman: ansiosos miramo…
Desde que te miré, joven hermoso, Sentado a par de la luciente hogue… Por mis venas corrió fuego dichoso… Que no puedo explicar. ¡Quién a t… Siempre vivir pudiera,
¡Cómo exalta y diviniza El rostro de la hermosura La expresión celeste y pura De la sensibilidad! ¡Cuán estático, mi amiga,
Si es dulce ver en el glorioso est… Ceñida el alba de purpúreas flores… Y entre blancas arenas y verdores Con manso curso deslizarse el río; Si es dulce al inocente pecho mío
Cuando angustiado gimo En esta ausencia impía, Escucha, amada mía, La voz de mi dolor. Y cuando aquestos versos
Témplase ya del fatigoso estío El fuego abrasador: del yerto polo Del septentrión los vientos sacudi… Envueltos corren entre niebla oscu… Y a Cuba libran de la fiebre impu…
Fue tiempo en que la docta Poesía De independencia y de poder armada… Al moral universo presidía. Las hijas inmortales de Memoria En inflexible tribunal juzgaban
Candorosa virtud meció su cuna, Fiole Clío su pincel sagrado; Su espada Temis. Contrastó indign… Al sangriento poder y la fortuna. Siempre fue libre. De su frente p…
¡Genio de Libertad, mi voz te imp… En todo clima tu fogoso aliento Esparció vida y luz, salud y glori… Por ti clamor inmenso de victoria Estremeció de Maratón los ecos,
Mira, mi bien, cuán mustia y desec… del sol al resplandor está la rosa que en tu seno tan fresca y oloros… pusiera ayer mi mano enamorada. Dentro de pocas horas será nada...
¿A Minerva te consagras? Perdone Amor tu imprudencia: Advierte que tanta ciencia No es propia de la beldad. No: tu sencillez conserva,
Hipócrita, perjuro, despiadado, Sin ninguna virtud que amar le hic… Bañose en sangre y con delicia vie… La muerte y el terror siempre a su… A Venezuela mísera ensañado
Tu aliento vivifica, y semejante Al soplo abrasador de los desierto… En su curso veloz todo lo inflama. ¡Feliz aquel que la celeste llama Siente en su corazón! Ella le ele…
¡Adiós, amada, adiós! llegó el mom… del pavoroso adiós... mi sentimien… dígate aqueste llanto... ¡ay! ¡el… que me arranca el dolor! ¡Oh, Les… No es tan solo el horror de abando…