Suicida II
Un pájaro, y otro, y luego la sufrida lluvia.
La nube, la extensa mañana, el cuello doblado,
la cabeza como acostada.
Dime, soledad, dónde podría estar tu ausencia...
En la forma de un gato, tal vez;
en el acontecido semblante que profundos ríos hunden
al barro del olvido y del aburrimiento.
Un pájaro y un pájaro,
más de uno,
soledad,
más de uno. Y la imaginaria mascota
hace mucho tiempo extinta.
La tierra, el barro, la lluvia y debajo,
las raíces en el silencio:
sin duda, sin lamentos.
Esto de estar vivo se parece a esto de estar triste.
Esto de estar solo y el suicidio,
el suicidio, soledad, el suicidio
como alivio a esta cobardía de seguir peor que muerto.
Una soledad, solo una,
y otra soledad, solo mía,
y quizás un puente sobre el río.
