digo a aquel, a quien llaman con m… como una boca que susurra a una má… y profundamente viene el aire de m… mis reales pulmones, subiendo al r… de mi real corazón—
La ciudad se hallaba bajo el peso… Entre todas las infinitas casas, e… Dos personas comenzaban a beber un… La otra persona, de pelo corto, co… como sus oidos, se confundían en e…
Brilla el presente. Todavía aquí… La nube flota también, blanco bajo… El calendario marca la identidad d… En el cementerio de los días, siet… esta única luz y esta única sombra…
Donde nada importa Donde no se tiene qué decir... Donde se vive a través del tiempo.… No me quiero ir. Ya el frío sube bajándome,
Pido agua nublada para el ansia de… tu cabello elemental para enamorar… Pido una lágrima de sal por las he… una gota de rocío por la sed de un… Será que de tu noche partan los mo…
Desecho en sandías, el verano, luz de sol y estrellas negras, calienta y da frío a nuestras lágr… cotidianas.
El sol cae al horizonte y horizont… amarillo y su naranja. Ah, sobre las luces fulgurantes el cuerpo baila y se transforma: sombras cambiantes, matices y cont…
Un deshidratado cae frente a un va… Solo tus dedos conocen el nudo que… Y es gracioso volver a pensar que… Nada me impide cortar el lazo, pero a mi sed de manos
Me solicitan humildemente y con deseo la presunta obligación de ser para ellos un número al cual sacar o succionar buen provecho antes de una cena preparada para una hora no muy cómoda ...
grito o susurro es lo mismo para ti, lector tú no escuchas
Leve gusto a manzana en el patio selva; era la mañana un pozo que entreví entre tantos crepúsculos de tierra.
Fatiga de existir hoy. Fiaca a la esencia. Rumbo de la sombra al sol, y oh, derrotada hoja por escrita, así está mi corazón...
Los pájaros van al silencio de la… y despiertan otro día.
Sin duda todo desaparece. Sin dud… El cuerpo, la máquina se rompe. La piedra pierde piedras en el agu… El agua pierde gotas que se herman… Y la sangre deja de ser la sangre,…
Arañas se mueren en el borde de mi puerta. En mi baño hay lombrices que suben las paredes. Y vivas ¡Por-algún dios! y casi t…