I
Los días caen uno a uno
los desiertos
los bosques
las flores
enero
febrero.
II
El que pelea contra el tiempo se destruye, pero vive.
III
El que no lucha desaparece
átomo a átomo;
aunque los átomos,
el espacio,
gemelen el tiempo:
IV
el que no lucha desaparece tiempo a tiempo.
V
Los días
se hacen días dentro de nosotros,
y los días que caen
son más que los días recordados.
VI
Los que cavan en la tierra se reencuentran
los que caminan
los que dicen
los que observan
uno o dos, o tres,
ellos.
VII
Y los días que caen vuelven
a desaparecer en su fantasma:
otro día,
matrioshkas obstinadas,
fantasmas precisamente
(uno dentro del vientre de otro,
devorándose).
VIII
Los que anuncian el tiempo lo destruyen,
pero serán separados de sus palabras.
IX
El día que cae uno a uno,
los días
las mañanas
las noches
un segundo
dos segundos
X
Los días,
deprisa,
sin prisa,
van y vienen,
vienen y van...
XI
Los que cuentan el tiempo nunca mueren,
aunque sean olvidados algún día.