Hazel Corleto

Aprendí

Aprendí a silenciar mis lágrimas para escuchar las tuyas.
Por años, aprendí a silenciar mis lágrimas para escuchar las tuyas, para escuchar tus problemas.
Aprendí que mis lágrimas no importaban, mis problemas no importaban.
Nada más importaba, si tu presencia narcisista no era la protagonista.
No importaba cuanto gritara, pataleara o sollozara por tu ayuda, no me mirabas, no me escuchabas.
Aprendí como curar yo sola las heridas de mi corazón, que solo eran causa de tu desamor.
Aprendí tantas cosas sobre tus sentimientos, mientras dejaba de lado los míos desde el más pequeño de mis deseos hasta el más horrible resentimiento.
Silencie mis lágrimas para escuchar las tuyas;
Y me terminé desbordando, perdida sin saber que hacer en el mar inmenso de mis lágrimas, esas que nunca pude dejar caer.
Aprendí tanto a cuidar tus lágrimas, que nunca pude hacer nada por las mías y me perdí, me ahogué.
Aprendí a salvarte a ti, y me perdí, porque nunca aprendí como salvarme a mí.
 
H.C

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