¿Cuál hombre fue jamás tan sin sentido
que si entiende de amor el duro estado,
viendo en claros ejemplos lo pasado,
quiera seguir su bando o su partido?
Yo solo soy a quien el hado ha sido
tan contrario, que siendo destinado
a amar sabiendo el daño, soy forzado
quedar, si me defiendo, al fin vencido.
Si trabajo, tal vez por alegrarme,
como cosa contraria al mal que siento,
luego se ve lo falso descubierto.
Si en otro que en amor quiero ocuparme,
el hábito que ha hecho el pensamiento
hace lo más dudoso en mí más cierto.