Guirleth Campillo

EL ESPEJO

El reflejo que dibuja mi espejo muestra una mujer realmente hermosa.

Ella es alta, delgada, blanca, de ojos claros y grandes, cabello lacio, oscuro y piel suave. Pero su exterior no se compara con su interior belleza.

Es una mujer sensual, divertida, curiosa, subversiva, fuerte, dominante, inteligente, interesante, y valiente. Sueña con ser libre e independiente. También lleva dentro un alma tierna, compasiva, cariñosa y vulnerable. Todavía a veces llora como una niña, es cruel, manipula, seduce y se encapricha. Pero así como una niña también goza y ríe.

Su corazón está invadido de cicatrices que día a día ella acaricia con mucho amor, no se compadece, porque sabe que son parte de la vida, que son heridas de guerra, que por el contrario reflejan el gran soldado que lleva dentro y que hasta el día de hoy con satisfacción vive.

Todo lo que conoció de pequeña fueron críticas, juicios, gritos, dolor y soledad. A ella nunca nadie la enseñó a amar, sin embargo, trabaja duro por aprender.

Nadie más que el cielo conoce lo que ha vivido, pasado y caminado, todas las lágrimas que ha derramado y que quiere aportar algo bueno al mundo y que su existencia no pase en vano; ella lucha hora tras hora para ser mejor persona y trascender,

A veces su soledad autoimpuesta le abruma pero es consiente de que está aprendiendo a vivir. Ha cometido errores como cualquiera y ha experimentado un sinfín de hechos, es que a ella no le gusta que le cuenten, a ella le gusta sentir.

Ella quiere amar y ser amada, es muy leal, comprometida y entregada, ella deja el alma en cada batalla, a veces eso no es bueno porque termina agotada y devastada, es sólo que ella no se sabe rendir.

Esa mujer que tanto admiro, de la que estoy orgullosa, esa guerrera que a veces no comprende la fuerza que la mueve; la que ha aprendido que su más grande tesoro es su Paz Interior, que los sabios se forjan, las esculturas se tallan y las obras de arte tardan tiempo en crearse.

Ella, la que sabe que lo logrará, a que pesar de todo y a prueba de ensayo y error, ensayo y error, sigue cambiando, mutando, renovándose. Ella, por la que han pasado tantas ellas; a la que le encanta con metáforas expresarse, despierta soñar y a sí misma desafiarse.

Esa mujer a la que la vida ha enseñado que las razas, las clases, los juicios, las edades, las nacionalidades, las preferencias, los sexos y las creencias no existen, sólo dividen. La que no sabe lo que es tener una familia pero si un par de amigos hasta hoy.

Ella siempre está conmigo pase lo que pase. Es mi mejor compañía, a la que le debo lo que soy, a la que amo profundamente y a quien abandonar nunca voy. Ella, esa mujer ¡yo soy!

GUIRLETH

(2015)

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