Entre los recuerdos que guardo de mi infancia camagüeyana, pocos se me presentan de manera tan enérgica como aquellos que hunden su raíz en el quehacer político del hombre que me dio vi...

El negro junto al cañaveral. El yanqui sobre el cañaveral. La tierra

Allá dentro, en el monte, donde la luz acaba, allá en el monte adentro, ácana. Ay, ácana con ácana,

Anoche discurrió por nuestras calles como en años anteriores la tradicional procesión de Viernes Santo. Camagüey, que es un pueblo esencialmente religioso, no puede sustraerse a estas p...

Siento que se despega tu recuerdo de mi mente, como una vieja estamp… tu figura no tiene ya cabeza y un brazo está deshecho, como en… calcomanías desoladas

No sé si me olvidarás, ni si es amor este miedo; yo sólo sé que te vas, yo sólo sé que me quedo. (Andrés Eloy Blanco)

¡Quirino con su tres! La bemba grande, la pasa dura, sueltos los pies, y una mulata que se derrite de sab…

El árbol que verdece a cada primavera, no es más feliz que yo, de nuevo verdiflor. Las amarillas hojas

¡Ay, de la Muerte no sé de qué color va vestida y no sé si lo sabré! ¿Mano en el hueso y guadaña, curva guadaña huida,

Quemaste la madrugada con fuego de tu guitarra: zumo de caña en la jícara de tu carne prieta y viva, bajo luna muerta y blanca.

La Habana, con sus caderas sonoras, y sus moradas ojeras a todas horas. Danza de pasos medidos

Los turistas en el bar: Cantaliso, su guitarra, y un son que comienza a andar. No me paguen porque cante lo que nos les cantaré;