Tengo del Rin, del Ródano, del E… tengo los ojos llenos; tengo del Tíber y del Támesis, tengo del Volga, del Danubio, tengo los ojos llenos.

La tarde abandonada gime deshecha… Del cielo caen recuerdos y entran… Duros suspiros rotos, quimeras las… Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita

El sol a plomo. Un hombre va al pie del organillo. Manigueta: «Epabílate, mi conga, mi conga...» Ni un quilo en los bolsillos,

Envenenada tinta habla de los mau-maus; negros de diente y uña, de antropofagia y tótem. Gruñe la tinta, cuento,

Pienso en la fría mañana en que te… allá donde La Habana quiere irse… allá en tu suburbio claro. Yo con mi botella de ron y el libro de mis poemas en alemán…

El alma vuela y vuela buscándote a lo lejos, Rosa tú, melancólica rosa de mi recuerdo. Cuando la madrugada

Soldadito de Bolivia, soldadito boliviano, armado vas con tu rifle, que es un rifle americano, soldadito de Bolivia,

Un blue llora con lágrimas de músi… en la mañana fina. El sur blanco sacude su látigo y golpea. Van los niños negros entre fusiles pedagógicos

Yo siento una devoción ardiente por todos los ríos, desde el Nilo sagrado, padre de Egipto, hasta el ignorado Juan de Toro, que no es padre de nadie, pero que tiene agua corriente y cau...

Cuando me veo y toco yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro,

La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía

¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan

¿Lejos? Hay un arco tendido que hace viajar la flecha de tu voz. ¿Alto?

Tu vientre sabe más que tu cabeza y tanto como tus muslos. Ésa es la fuerte gracia negra de tu cuerpo desnudo.

Caminando, caminando, ¡Caminando! Voy sin rumbo caminando, Caminando; Voy sin plata caminando,