La tarde es tan opaca, tan lejana, veo a nuestras gaviotas, extraviad… golpeando las ventanas de mi mar. No hay verdades, ni cantos, o espe… Yo no sé si te quiero y ya no hay…
Aprendí esta soledad bajo tus blancos silencios. Una noche ya no estabas. Sólo quedaba un resuello sobre nuestra almohada verde.
Cielo de mis lagunas solitarias, murmullo de los sueños creativos, alegría en la espera frente al mar… Tú haces de cada duda una certeza, de cada bravo miedo una esperanza.
Alguna vez, mientras deambulas entre poemas, te pasará como a mí me ha pasado. Tropezarás con un poema exacto que, conmoviéndote hasta lo más profundo del alma, inefabl...
Cierro la puerta y todo queda atrás, los cristales se caen sin sonido fragmentos de un quizás. La habitación está en penumbras,
Dormí bajo las suficientes lunas negras como para lograr entender los susurros que de a poco me fueron calando. “Los dioses malignos nos dieron conciencia y avidez por saber, más diseñ...
Todo nuestro regocijo puede ser suficiente para desatar el alborozo de gritos y risas que no acaba, mientras nuestras manos chapotean sin ahogarse. Y la complicidad con las pelotas y la...
Hagamos el amor desde el alma volcada, con los ojos cerrados y los labios abiertos. Juguemos a que no nos conocemos...
Y es que estás hecho de recuerdos, de memorias de fatuas y falsas glorias, de latidos acelerados por triunfos que desataron admiración... para luego caer en el olvido aún más rápido de ...
Le habría hecho honor si me hubiese centrado más en la arena Si me hubiese preocupado menos por las crestas blancas, por las demostraciones vacuas, por la furia de los bordes, por demos...
Comencé a jugar con palabras. Los castillos se hicieron cristal, los narcisos añiles, los niños pensadores y mis mentiras verdad. Encontré ese aroma volátil y esquivo que había buscado ...
Una de mis realidades, díscola, esquiva espuma de tu mar, huye de aquellos sueños inauditos y cristaliza sobre las rocas del d… Está tan rota y fría.
Los sueños no tienen dueño. Sólo estamos quienes les anhelamos y vemos flotar como a burbujas opalinas. Éstas serán destruidas si pretendes apresarlas y ya no dejarlas volar. Cada sueño...
Ya casi no te puedo ver... Mis horizontes se alejan de ti, ce… mientras reptan mis adentros, tratando de ubicarte en algún puer… No hay donde atracar.
En cuclillas, mis manos acarician… de aristas romas y color irreal... Y los diminutos e infinitos granos… hacen rugoso mi tacto... se llevan… y voy quedando en paz.