Te reto a levantarte y mirar por tu ventana,
el sol irradia, los pájaros vuelan en sinfonía.
Tantas cosas sonríen muchas veces y no lo notas,
tantas acciones para ti hechas, dotadas de armonía.
Todos tenemos malos días, malos pasos y caminos.
La gente es rara, hace que dudes, que salgas de confort.
Hechos que no desechas de tu mente en mil días.
Sucesos que no permiten que escuches las melodías.
Hoy quiero darte una mano, en realidad la mía.
Baja las escaleras y simplemente sígueme,
se el copiloto de mis misterios dentro de esta vía,
que dolores de la vida son mejores en compañía.
Puedo decir que te pienso mucho y no es misterio.
Siento tu angustia como mía, pues me contagias,
aceptar mi propuesta sería más que suficiente
para alumbrar todo sendero dentro de mi fiel mente.
Toma mi mano y pido que confíes como nunca antes,
los daños pasados con esfuerzo son reparables.
No caigas en falsas prosas, hechas para desquitarse,
cree tanto en mí como imaginaba al idolatrarte.
Te espero afuera con ganas nuevas y buenas rolas.
Te espero abajo con brazos extendidos y pañuelos.
Lloremos juntos todo lo malo en tristes tiempos,
alza la cara y llega pronto que aquí me encuentro.
Si tienes dudas te las resuelvo con unas frases,
o si van por otro rumbo, yo ofrezco las clases.
Tardes de botanas, postres surtidos de comensales,
pero dejándote sorprender tanto cual principiante.
Prometo cuidarte como tu recuerdo en mi cartera,
dejar a un lado las cicatrices, las malas nuevas,
pues no razono desde que eres razón de mis ideas;
propuesta en pie hasta el día en que tú más quieras.
GFRC