Del León, que en la Silva apenas… O ya por fuerte o ya por generoso, Que a dos Sarmientos, cada cual g… Obedeció mejor que al bastón grave… Real cachorro y pámpano suave

En vez, Señora, del cristal lucie… Licores nabateos espirante, Los faroles, ya luces de Levante, Las banderas, ya sombras de Occid… Las fuerzas litorales, que a la fr…

Cisnes de Guadiana, a sus riberas Llegué, y a vuestra dulce compañía… Cuya suave métrica armonía Desata montes y reduce fieras; No a escuchar vuestras voces lison…

Amarrado al duro banco De una galera turquesca, Ambas manos en el remo Y ambos ojos en la tierra, Un forzado de Dragut

Si ya la vista, de llorar cansada, De cosa puede prometer certeza, Bellísima es aquella fortaleza Y generosamente edificada. Palacio es de mi bella celebrada,

Deste más que la nieve blanco toro… Robusto honor de la vacada mía, Y destas aves dos, que al nuevo dí… Saludaban ayer con dulce lloro, A ti, el más rubio dios del alto c…

Si Amor entre las plumas de su ni… Prendió mi libertad, ¿qué hará aho… Que en tus ojos, dulcísima señora, Armado vuela, ya que no vestido? Entre las vïoletas fui herido

Con diferencia tal, con gracia tan… Aquel ruiseñor llora, que sospecho Que tiene otros cien mil dentro de… Que alternan su dolor por su garga… Y aun creo que el espíritu levanta

Esta que admiras fábrica, esta pri… Pompa de la esculptura, oh caminan… En pórfidos rebeldes al diamante, En metales mordidos de la lima, Tierra sella, quen tierra nunca op…

Florido en años, en prudencia cano… Riberas del Sebeto, río que apena… Obscurecen sus aguas sus arenas, Gran freno moderó tu cuerda mano; Donde mil veces escuchaste en vano