Sobre el césped los árboles me hab… del divino poema del silencio. La noche me sorprende sin sonrisas… revolviendo en mi alma los recuerd…

Don Pato y don Pito dan un paseíto. —¡Qué suerte, don Pito, me encontré este güito! Y los dos le quiere

Soy como esa isla que ignorada, late acunada por árboles jugosos, en el centro de un mar que no me entiende, rodeada de nada,

La gente corre tanto porque no sabe dónde va, el que sabe dónde va, va despacio, para paladear

Invade el mundo un ¡ay! un ay atroz, y siempre el ¡ay! del ¡ay! es ley… el ¡ay! porque no hay. El ¡ay de mí!

Kikirikí, estoy aquí, decía el gallo Colibrí. El gallo Colibrí

Doce cerditos Ocho tetitas tiene mi cerda, ocho tetitas —y orgullosa de ellas.

Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni madre. Soy tan pobre tan pobre, que no tengo ni nadie. Que no tengo ni abrigo

¡Qué barullo en la herida!... ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca

“No creer todo lo que os digan, el lobo no es tan malo como Caperu… “Mi profesión, las letras. Mi vocación, vivir. Soltera por capricho.

Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.

¡espera! ¡no te vayas! ¿De parte de quién es? ¿Quién dij… Besos que yo esperé, tú me has dej… en el ala dorada de mi pelo. ¡No te vayas! ¡alegra más mis flor…

Me quité de en medio por no estorbar, por no gritar más versos quejumbrosos. Me pasé muchos días sin escribir,

La gente dice: «Pobres tiene que haber siempre» y se quedan tan anchos tan estrechos de miras, tan vacíos de espíritu,

Todo el pasado se quiere apoderar… y yo me quiero apoderar del futuro… me dislocan la cabeza para que mir… y yo quiero mirar adelante. No me asustan la soledad y el sile…