Claro que no somos una pompa fúnebre,
A pesar de todas las lágrimas tragadas
Estamos con la alegría de construir lo nuevo
Y gozamos del día, de la noche
Y hasta del cansancio
Y recogemos risa en el viento alto.
Usamos el derecho a la alegría,
A encontrar el amor
En la tierra lejana
Y sentirnos dichosos
Por haber hallado compañero
Y compartir el pan, el dolor y la cama.
Aunque nacimos para ser felices
Nos vemos rodeado de tristeza y vainas,
De muertes y escondites forzados.
Huyendo como prófugos
Vemos como nos nacen arrugas en la frente
Y nos volvemos serios,
Pero siempre por siempre
Nos persigue la risa
Amarrada también a los talones
Y sabemos tirarnos una buena carcajada
Y ser felices en la noche más honda y más cerrada
Porque estamos construidos de una gran esperanza,
De un gran optimismo que nos lleva alcanzados
Y andamos la victoria colgándonos del cuello,
Sonando su cencerro cada vez más sonoro
Y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
Porque somos semillas
Y habitación de una sonrisa íntima
Que explotará
Ya pronto
En las caras
De todos.