Tic Tac
Me encontraba yo a oscuras,
un triunfador en la penumbra.
Cual blanca cometa sin rumbo,
condenada a caer en la tumba.
Sentado frente a mí el señor
con quien por años competí,
dispuesto a mover una pieza
para mis jugadas destruir.
Esa no, con seguridad decía,
Esa tampoco, mencionaba...
Mi mano temblorosa dudaba,
y la ansiedad me carcomía.
Tic tac, sonaba su rostro
¿Qué esperas?, gritaba...
¿Qué es que acaso no sabes
que soy yo quien siempre ganaba?
¿Es posible vencer al tiempo?
Que ya ha anticipado la partida,
¿Es realista enfrentarlo?
Por la forma en que intimida.
Yo sé que ya no soy el rey,
mucho menos el alfil,
soy un simple y pequeño peón
que vive solo para sufrir.
¿Y qué más da?
Si uno pierde, ¿el juego continúa?
Si uno muere, ¿la vida perpetúa?
Claro, la muerte es segura.
No me siento importante,
ni en tu libreta señor tiempo,
ni en tu cara circundante.
¿Qué acaso dejé de serlo?
El tiempo me tiene en jaque,
pero nunca contra el suelo,
¿Acaso podrá darme mate...
o aceptaré la realidad del duelo?
He perdido mi lugar especial,
pero no he perdido la partida.
Mi siguiente jugada será crucial
para al tiempo dar una embestida.
