Se eriza la piel cuando lo oigo,
me susurra que no estoy sola.
Una mente inquietante que quiere vivir
Sus uñas en mi espalda arañándome cada minuto
El cielo se enfada
Y yo no puedo volar.
Sola.
Sola pero acompañada.
La noche fría cae sobre mí.
Sin miedo.
Con valor.
Salgo a luchar.
No me importa perder,
no me importa llorar,
sé que el Sol volverá a salir.