Existiendo a la vez
El mundo es absolutamente enorme
tantas vidas vividas en simultaneidad
tantos lugares existiendo ahora mismo
y yo me encuentro atrapado en esta realidad
confinado a mis cuatro paredes
pero ardiendo por ver tantos lugares.
Muero por ir al Everest
ser bañado en ceniza blanca,
purificar con tal color
tanto cuerpo como alma.
Pasar el más grande de los desafíos
escalar hasta no poder más
hasta que mi sudor cree un nuevo rio
hasta no querer que vuelva la navidad.
Hacer ángeles de nieve en la cima del mundo
como si no sintiera que ya estoy en el cielo
sentir que las preocupaciones son de adultos
y solo preocuparme de volver a casa entero.
Atravesar el frondoso amazonas,
pelear con su maleza,
casi ahogarme con su pureza
intentando tragar el aire que me rodea.
Sentirme atrapado sin saber donde estoy
pero a la vez sentirme más en casa que ayer o hoy
y ver tantas especies exóticas
que han estado vivas y creciendo
día ha día
al mismo tiempo que yo
me sentaba en mi casa y comía palomitas.
Verme deslumbrado por sus colores
casi hechos por dios para que los mire
para devolverles el bosque reflejado en mis ojos
y para que su rareza delicadamente adore
pero gritando que detrás de sus saturados colores,
cuidado sigue, porque peligro esconden.
Y junto a las maravillas de la naturaleza
explorar todas las culturas en mis propias carnes
inundarme de tradiciones, recetas y bailes,
entender comportamientos, historia, arte
y vivir aunque sea una fracción
de lo que hizo a estos seres humanos a unos cuantos kilómetros
tan diferentes y a la vez tan fascinantes.
No se si viviré tanto como para hacerlo
pero antes de dejar de intentarlo me daré por muerto
y con un poco de suerte
y esta ardiente llama en mi corazón
en años volveré
y en este mismo perfil cual trovador
relataré todo lo aprendido
de lugares de todo menos vecinos,
lleno de nueva cultura
tendré en unos cuantos años
un plato servido con mucha mejor escritura.
