Como la primera vez que te vi
Me ahogo en mi miedo,
miedo a acostumbrarme a ti
solo te deseo apreciar
tanto como la primera vez que de verdad te vi.
Temo que te vuelvas mi ordinario desayuno
algo que consumo y doy por sentado
pero rara vez disfruto.
Quiero eternamente desearte
como un perro desea el retorno de su amo,
apreciarte
como las tumbas aprecian ser recordadas
y recibir un nuevo ramo,
añorarte
como el universo añora ser injusto,
una vez más,
con gente que solo puede pensar
¿de verdad he sido tan malo?.
Te quiero amar eternamente,
querer incondicionalmente,
diariamente agradecer que formas parte de mi presente.
Por muy estridente que tu llegada fuera,
quiero que dure eternamente
y que, como esta rima rehusada
usando exactamente las mismas palabras,
sigas siendo la misma tu con la que reí
y que produzcas un mi ese sentimiento tan intenso,
tanto como la primera vez que de verdad te vi.
