Amigos que ya habéis partido
después de andar este camino.
Ya que la vida habéis rendido,
Yo a vosotros me dirijo.
Y esta queja os presento.
Vosotros que me habéis amado
dadme consuelo en este momento,
si no me habéis olvidado.
En vida, mi vida compartisteis,
todas mis ilusiones y trabajos.
Todos mis amores conocisteis.
Decidme, ¿cómo no os hice caso?
Ahora que os habéis ido,
cuando el tiempo ha pasado
esta pregunta os dirijo:
¿Cómo no os he escuchado?
Si de mis amores testigos fuisteis.