#1922 #Desolación #EscritoresChilenos #Vida
Quedó sobre las hierbas el leñador cansado, dormido en el aroma del pino de su hachazo. Tienen sus pies majadas
Los huesos de los muertos hielo sutil saben espolvorear sobre las bocas de los que quisier… ¡Y éstas no pueden nunca más besar… Los huesos de los muertos
Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo recto: dulce-agudo es el llamado
Yo dije: “ahora a que la pobre Ma… Ella robó su rostro, ella ofendió… ella cubrió su voz para que no lla… Una voz dijo: “Vive para aprender… Con sólo que camines te la irás en…
Caperucita Roja visitará a la abu… que en el poblado próximo sufre de… Caperucita Roja, la de los rizos… tiene el corazoncito tierno como u… A las primeras luces ya se ha pues…
¡Boca temblorosa, boca de canción: boca, la de Teócrito y de Salomón! La mayor caricia
¡Un hijo, un hijo, un hijo! Yo qu… y mío, allá en los días del éxtasi… en los que hasta mis huesos tembla… y un ancho resplandor creció sobre… Decía: ¡un hijo!, como el árbol co…
Para nadie planta la lila o poda las azaleas y carga el agua para nadie en baldes que la espejean. Vuelta a uno que no da sombra
Después de la trompa épica, más elefantina que metálica de nuestros románticos, que recogieron la gesticulación de los Quintana y los Gallegos, vino en nuestra generación una repugnanci...
Ciervo de los Andes, aire de los aires consentido, ¿dónde mascarás la hierba con belfos enternecidos? En los Natales* partías
Cuando el tumulto se alejó, desapareció en la noche, los olivos hablaron: –Nosotros le vimos penetrar en el Huerto. —¡Todos le miramos, con una sola y estremecida mirada! —Cuando habló ...
¿Qué tendrán las piedras pardas y los pedriscos y el légamo que al más cascado lo llevan alácrito de ardimiento? Es como que el Valle hace
Mi madre era pequeñita como la menta o la hierba; apenas echaba sombra sobre las cosas, apenas, y la Tierra la quería
Habla con dejo de sus mares bárbar… con no sé qué algas y no sé qué ar… reza oración a dios sin bulto y pe… envejecida como si muriera. Ese huerto nuestro que nos hizo ex…
Dormiremos esta noche sueño de celestes dejos sobre la tierra que fue mía, del indio y del ciervo, recordando y olvidando