#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX #1922 #Desolación #Vida
Vendrá del Dios alerta que cuenta lo fallido. Por diezmo no pagado, rehén me fue cogido. Por algún daño oscuro
Suelo creer con Stefan George en un futuro préstamo de lengua a lengua latina. Por lo menos, en el de ciertas palabras, logro definitivo del genio de cada una de ellas, expresiones inco...
Nacieron juntas, vivían juntas, comían juntas Marta y María. Cerraban las mismas puertas, al mismo aljibe bebían, el mismo soto las miraba,
¿Qué tendrán las piedras pardas y los pedriscos y el légamo que al más cascado lo llevan alácrito de ardimiento? Es como que el Valle hace
El enigma de la fealdad tú no lo has descifrado. Tú no sabes por qué el Señor dueño de los lirios del campo, consiente por los campos la culebra y el sapo en el pozo. Él los consiente. ...
Todo adquiere en mi boca un sabor persistente de lágrimas; el manjar cotidiano, la trova y hasta la plegaria. Yo no tengo otro oficio
Haremos fuego sobre la montaña. La noche que desciende, leñadores, no echará al cielo ni su crencha d… ¡Haremos treinta fuegos brilladore… Que la tarde quebró un vaso de san…
Ella se me volvió una larga y sombría posada; se me hizo un país en que viví cinco o siete años, país amado a causa de la muerta, odioso a causa de la volteadura de mi alma en una larga...
El sol de Abril aun es ardiente y… y el surco, de la espera, respland… pero hoy no llenes l’ansia de su s… porque Jesús padece. No remuevas la tierra. Deja, mans…
Niño pequeño, aparecido, que no viniste y que llegaste, te contaré lo que tenemos y tomarás de nuestra parte.
Yo he visto, yo he visto mi monte Aconcagua. Me dura para siempre su loca llamarada y desde que le vimos
Todas íbamos a ser reinas, de cuatro reinos sobre el mar: Rosalía con Efigenia y Lucila con Soledad. En el valle de Elqui, ceñido
Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, ¡yo no tengo soledad! Es el cielo desamparo
La niebla ha ido adensándose en forro azul-ceniciento y cegando el mar nos hurta la nidada de archipiélagos: hembra tramposa y ladina
Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron