#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX #1922 #Desolación #Vida
Yo la encontré por mi destino, de pie a mitad de la pradera, gobernadora del que pase, del que le hable y que la vea. Y ella me dijo: “Sube al monte.
Resbalando los pastales y entrando por los viñedos que el Diablo trenza y destrenza desde la cepa al sarmiento, dan al animal y al indio
Romped la marcha de hierbas que la hierba no rompéis; la muy amante retorna y la danzáis otra vez. Romped cebadas y trébol
Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias
El espino prende a una roca su enloquecida contorsión, y es el espíritu del yermo, retorcido de angustia y sol. La encina es bella como Júpiter,
¡Dulce Señor, por un hermano pido… indefenso y hermoso: ¡por el nido! Florece en su plumilla el trino; ensaya en su almohadita el vuelo. ¡Y el canto dices que es divino
En el sueño yo no tenía padre ni madre, gozos ni duelos, no era mío ni el tesoro que he de velar hasta el alba, edad ni nombre llevaba,
El enigma de la fealdad tú no lo has descifrado. Tú no sabes por qué el Señor dueño de los lirios del campo, consiente por los campos la culebra y el sapo en el pozo. Él los consiente. ...
Siento mi corazón en la dulzura fundirse como ceras: son un óleo tardo y no un vino mis venas, y siento que mi vida se va huyendo
Cruz que ninguno mira y que todos… la invisible y la cierta como una… dormimos sobre ti y sobre ti vivim… tus dos brazos nos mecen y tu somb… El amor nos fingió un lecho, pero…
La mesa, hijo, está tendida, en blancura quieta de nata, y en cuatro muros azulea, dando relumbres, la cerámica. Esta es la sal, éste el aceite
Un pobre amor humillado arde en la casa que miro. En el espacio del mundo, lleno de duros prodigios, existe y pena este amor,
Por si nunca más yo vuelvo de la santa mar amarga y no alcanza polvo tuyo a la puesta de mi casa, en el mar de los regresos,
Este día ya no digas mas, que me la sigo viendo y se me van a quedar en los ojos veinte cerros. ¡Es la Patrona Blanca
La sal cogida de la duna, gaviota viva de ala fresca, desde su cuenco de blancura, me busca y vuelve su cabeza. Yo voy y vengo por la casa