#Españoles (1999) El de las libro premoniciones
Primero se le coge de una pata, luego se le propina un puntapié, más tarde se le da un terrón de az… y acto seguido pan y leche y palos… Transcurridos seis meses por lo me…
Siento y me crezco y me recrezco o… gemir la grúa, el compresor, la ho… dentro de mí. Venía tu material, oh pueblo, a punto. Se levantaba el edificio
Los hombres que murieron se aparec… en el transcurso de las santas noc… Llevan como un son lento de campan… en las peladas piernas y, si hablan, aseguran que hay un…
Apoyada en el cosmos, la mano se hace móvil modulación, trabaja para no diluirse. Crea formas y leyes
1. Junto a los altavoces crecen voces diurnas, casi desmesu… Llueve a menudo en el portal. Son varias las postales que en el armario gimen.
Me inicio en tu dolor en esta noch… preñada de delirios y silencios. Te encuentro traspasada en ese río que pasa por debajo de nosotros. Adivino el secreto de tu sombra,
Abierta está la puerta a esta mi s… taimadamente corta y recubierta de una parte de vida medio muerta confabulada para nunca verte. Abierto mi dolor a este amor fuert…
miró Miró la arquitectura con las lentes de su bondad lento mirar hacia la altura que el edificio crece sin cesar miró Miró la gente dura
Casta astilla amarilla amor de arcilla Castilla Llana dura
Um projecto de existência consubstancial ao pó, um impulso instintivo, um ríctus fundamental de hesitação.
Por ejemplo, el niño estaba realme… Nadie se sorprendía, por ejemplo, de que la madre se pusiera triste, de que el domingo nada de conciert… de que, por ejemplo, el padre pase…
¡Oh, amigo, el de las blandas liga… el imberbe barbado, el verde monje… mira por dónde estoy, tú, el que m… con los ojos perversos, tú, el inc… ¡Oh, amigo, el de las pronas multi…
1. Todos los días nace un muerto y en todo huerto habita un manco y en todo banco duerme un tuerto. En todo puerto hay un estanco y en todo embuste hay algo cierto
Por aquí dicen que apareció su cad… y olía mi corazón a cementerio. Bajo las charcas húmedas en la dis… se pusieron las ranas a llorar. Apenas había amanecido y el aire t…
Alvar Aalto: una vez más con tus maderas alabeadas y tus sillas de sentar. Alvar Aalto: nos conmueve la pura serenidad