Las formas del agua
Ahora ya no hay pretextos. Ni horarios inocentes. Ni excusas con olor a rutina. Nos sabemos. Eso basta.
¡Madre mía, qué juerza tieni’l sol cuando entra el veranu de golpe y… La tierra rezuma calor de caldera y la chicharra no calla siquiera. Desde bien temprano ya canta el ga…
cuando viniste no imagine que un dia llenarías todo flores de sangre reciben al verano
Cuandu’l día apunta tras del lomo’… y’l gallu despierta’l corral enter… yá suena’l tamburi... ¡tuntún con… que’l puebru s’espabila y la fiest… Llega’l tamburileru, cun pasu rezó…
Tierra de moros Tus campos infinitos sol y chicharras
Camino sobre tu piedra dorada helada por la escarcha de la auror… testigo de incontables madrugadas Como níveo manto la niebla se enre… en las torres que desafían el tiem…
¡Válgame la Vírgen, qué juerza’l… Que cuandu arrescampla, ya’l güert… Las cabras se esconden, los perros… y el polvu s’alzandu se mete en la… Desde’l clareal, l’arau ya va chir…
Yo no sé de leyes, ni sé de mentir… yo sé de la tierra, del sol y la e… del sudor honradu que paga su pan, y no de promesas que son pura tram… que suenan bonitu y acaban en na.
II. Adolescente La miran. Ella no devuelve la mirada, pero algo en su andar afirma. Entre sus dedos, el aire es otro.
Yaces en el oculto latido, oscura certeza de luz. llegas sin tiempo, a un espacio hendido libro que nunca termina,
Venite a me, figli miei, quando la luna trema sui balconi e le strade si arrendono all’incen… Venite con passi lenti, con la fede accesa nella cera,
Salid, hijos míos, salid. Venid a mi lecho de sombra, sed luz en mi noche de piedra, bálsamo en mi costado abierto. Os miro desde el madero
no sé nada de ti no me hace falta te conozco en el silencio, en las palabras que nunca nos dijimos
No todo está perdido en este cruce… no todo es sombra al llegar la tar… Hay luz aún en las rendijas del al… y ganas, sí, aunque se digan en voz baja.
Salamanca dorada, dorada como el trigo del campo que te envuelve dorada