Manual de lo efímero
Nos dijeron que el sol saldría cada día,
pero olvidaron advertirnos
que la luz no pregunta
si queremos verla arder.
Nos prometieron caminos,
pero el suelo nunca estuvo allí,
solo un río de sombras
fluyendo hacia la nada.
Qué farsa la de los relojes,
simulando que hay un orden,
cuando el tiempo no es más
que un animal salvaje
que muerde y huye.
La vida es una grieta
por donde se filtra la memoria.
No hay más milagro que un instante
y ni siquiera nos pertenece.
Nos dijeron que todo tiene un sentido,
pero callaron lo importante:
lo que creemos sostener
ya se ha disuelto en el aire.
Mira bien,
antes de que el día termine de ocurrir.
Antes de que todo sea solo
una sospecha de haber existido.
