Pronto habremos sueño arcano,
soñado con el desierto frio,
de noche solo y estrellado,
de día rojo y amarillo.
La máscara más antigua sonreía,
¡Oh!, mundo cruel e incoloro,
dame llama espada fría,
tu cuerpo de plata y tu bello rostro.
Esa noche la sombra y el viento,
se agitaron en torno al alma,
entre lo invisible ardía el tiempo,
cuando en mi regazo reposaba.