La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca

Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran,

Cuando yo me muera, enterradme con mi guitarra bajo la arena. Cuando yo me muera, entre los naranjos

Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna

Leonardo: ¡Calla! Novia: Desde aquí yo me iré sola. ¡Vete! ¡Quiero que te vuelvas! Leonardo:

Yo tenía un hijo que se llamaba J… Yo tenía un hijo. Se perdió por los arcos un viernes… Le vi jugar en las últimas escaler… y echaba un cubito de hojalata en…

¡Fita aquel branco galán, olla seu transido corpo! É a lúa que baila na Quintana dos mortos. Fita seu corpo transido,

Lámparas de cristal y espejos verdes. Sobre el tablado oscuro, la Parrala sostiene una conversación