La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros

¿Cómo fue? —Una grieta en la mejilla. ¡Eso es todo! Una uña que aprieta el tallo. Un alfiler que bucea

Abejaruco. En tus árboles oscuros. Noche de cielo balbuciente y aire tartamudo. Tres borrachos eternizan

En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,

Las manos de mi cariño te están bordando una capa con agremán de alhelíes y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,

Sobre el cielo negro, culebrinas amarillas. Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos. ¡Señor del mayor dolor!

La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara

Un pastor pide teta por la nieve q… blancos perros tendidos entre lint… El Cristito de barro se ha partid… en los tilos eternos de la madera… ¡Ya vienen las hormigas y los pies…