Los laberintos que crea el tiempo, se desvanecen. (Sólo queda el desierto.)

La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara

Mi niña se fue a la mar, a contar olas y chinas, pero se encontró, de pronto, con el río de Sevilla. Entre adelfas y campanas

Yo sé que mi perfil será tranquilo en el norte de un cielo sin reflej… Mercurio de vigilia, casto espejo donde se quiebre el pulso de mi es… Que si la yedra y el frescor del h…

La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire conmovido

La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.

Lo llevan puesto en mi sábana mis adelfas y mi palma. Día veintisiete de agosto con un cuchillito de oro. La cruz. ¡Y vamos andando!

Dulce chopo, Dulce chopo, Te has puesto De oro. Ayer estabas verde,