Se quedaron solos: aguardaban la velocidad de las últ… Se quedaron solas: esperaban la muerte de un niño en… Se quedaron solos y solas

Sí, tu niñez ya fábula de fuentes. El tren y la mujer que llena el ci… Tu soledad esquiva en los hoteles y tu máscara pura de otro signo. Es la niñez del mar y tu silencio

En lo alto de aquel monte hay un arbolito verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos

El diamante de una estrella Ha rayado el hondo cielo, Pájaro de luz que quiere Escapar del universo Y huye del enorme nido

Salen los niños alegres De la escuela, Poniendo en el aire tibio Del abril, canciones tiernas. ¡Que alegría tiene el hondo

En el café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: «Soy más valiente que tú, más torero y más gitano». En el café de Chinitas

Silencio de cal y mirto. Malvas en las hierbas finas. La monja borda alhelíes sobre una tela pajiza. Vuelan en la araña gris,

Los caballos negros son. Las herraduras son negras. Sobre las capas relucen manchas de tinta y de cera. Tienen, por eso no lloran,

Sobre el monte pelado un calvario. Agua clara y olivos centenarios. Por las callejas

Mi corazón oprimido Siente junto a la alborada El dolor de sus amores Y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva