yo ya sé escucho gritos veces casa vómito ella más mañana para cielo saliva extraño cuando estoy único olor opones telepatía salga qué quieres tú traga todos mirada buscando intentando mismo otro hay vagabundos ellos está mala costumbre mientras comienza amor cerebro melodía pienso fingiste asombro conté sobre habilidad algunos insectos posarse patas arriba cielorraso entiendo miedo dejó hablar debe ser difícil mirarme ojos sentir probóscide succionar últimamente dudas seguro cada hombre polilla llega modesta cabaña ubicada point pleasant prepara taza café olvidarse color tus mejillas puesta ventana algún objeto vomité baño día igual anoche ayer quizás salí caminé tomé micro metro solo verte perdí cuenta cantidad poemas cigarros malgasté nombre escupí tanta fuerza caer atravesó tirar cenizas cigarro vino vicio respirar pasta zapato mañanas gusta fiestas aparte hable gato muerto odias ía siempre dices hacer amigos pero mí basta gusanos cucarachas haga pensamientos dejan pensar misma dijiste deformación palabra comiendo dentro calle dije hago eso kilómetros dios vomitar lado sí ay enamoré enamoraste alíen habita alcantarillas carolina norte soy nota combustión espontánea humana calles santiago gatos vigilan tranquilos perros deciden matarse entre anciano sonriente esquina mirado horas montón basura están baja monedas inexistentes ignorar momento hablan verso distinguen lejos sombras acercándose suele estrellarse contra cemento familia busca perro perdido dos matan dinero tiempo punto parque constelación botellas vacías perfectamente alineada estrellas abrazan percepción auditiva transforma ruido autos jamás compuesta él tranquilo aunque niega ruidos afectan tiene respetar semáforos ambos toman mano caminan avanza acelera torna agresiva auto pasa despedaza sonidos combinan permanecen coordinados hasta terminan silencio vacío musical atropellado descuartizado velocidad arrolladora capaz aplastar orejas recuerdos incluso huesos unas manos enredadas despiden usando lenguaje sangre