No podre terminar lo que nunca empecé,
no podre reparar lo que nunca forje,
no podre escribir con sangre dentro de un papel,
y nunca sabré si es amargo o dulce tu amor.
En esta dimensión no conozco nada de nada;
atrapado entre el cielo y la tierra,
solo veo almas que vagan,
una horrenda oscuridad entre espanto y deformación
almas que vagan de los muertos intranquilos,
vigilan, perdidos sin dirección,
no descansan en paz.
Buscan apaciguar su alma
para poder descansar,
por problemas de un pasado
que no fueron resueltos,
¡así que!, debo y debemos de terminar
lo que un día empezamos
para que descansemos
y en la hora del día final encontremos la paz.