No sé si pueda olvidarte.
No sé si pueda olvidarte,
dejar de pronunciar tu nombre,
no sé si pueda dejar de buscarte
entre tantos otros hombres,
incluso en unas algunas mujeres.
No sé si alguien me llegue a llenar
tanto como tú lo hacías con sólo caminar.
No me duele que te hayas ido,
me duele que no hayas regresado–(aún)–.
Dejé las luces encendidas,
para que recuerdes cómo llegar,
la puerta está sin cerrar,
por si no tienes llave para entrar.
Te guardo tu almohada a mi lado
para que te acuestes a mí abrazado,
hundiendo tu nariz en mi cabello
para llegar lentamente a mi cuello,
para darle los besos que te faltaron
y los que me vas a deber el sábado.
No sé si pueda olvidarte,
tú eres mi mayor obra de arte,
mi pieza favorita de baile,
quién me quita las cadenas
y hace que me tiemblen las piernas.
No sé si pueda olvidarte,
porque tampoco puedo dejar de amarte.
Te echo de menos es cada esquina, en cada verso, en cada poesía.
Préféré par...
