Querer tenerte y no poder tenerte,
Querer besarte y no poder besarte;
Querer sentirte y no poder sentirte,
Querer tocarte y no poder tocarte...
Aún tengo tantas cosas bellas por decirte,
Aún tengo tantas cosas buenas para darte;
¿Quién al final será quien pueda seducirte?
¿Quién al final será quien pueda conquistarte?
Contra tu ausencia, la Poesía ¿de qué sirve?,
¿Puede la Música siquiera reemplazarte?
Y la Filosofía, esa embustera, ¿qué te dice
De esa felicidad que insistes en negarte?
Mi corazón te pertenece, él ya te vive.
Mi alma te evoca en otros cuerpos, incesante;
Este poeta te merece, ángel terrible,
Es tu pureza la que debes entregarle.
Sueño contigo. En un mar sin imposibles
Mezo tu núbil barca, encendida y rozagante;
Cómo anhelo habitar ese verso que escribes,
Y que seas tú mi amanecer
Y yo tu amante.