Es un soplo que el alma reconoce,
un susurro que vibra en lo profundo,
un lenguaje que el cosmos desentrelaza,
hilo divino que teje este mundo.
Es la brisa que enciende las estrellas,
el murmullo del mar en su reflejo,
la palabra que busca lo invisible
y despierta lo eterno en el espejo.
La poesía, sendero hacia la altura,
nos conduce a lo puro, a lo sagrado,
es farol que ilumina la penumbra,
es espíritu libre y revelado.
En su canto se esconden mil verdades,
resplandece la luz en su armonía,
y el hombre, al caminar entre sus versos,
se alza y transciende en su poesía.