Un dia cualquiera
El día comienza como un rumor,
una partitura inacabada en la garganta del aire.
La luz es un hilo deshilachado,
se estira, tiembla,
atraviesa las grietas de la piel del mundo.
Te escucho respirar detrás del vidrio,
cada exhalación una forma de decir
“aquí estoy”
sin pronunciar palabra.
Las cosas tienen su peso:
el polvo que cae del techo,
el zumbido de una mosca,
la pausa antes de un nombre que no llega.
Es enero o tal vez marzo,
los meses no importan,
lo que importa es este gris que recubre
cada gesto,
como si el tiempo se quedara atrapado
en el bolsillo de tu abrigo.
Estoy buscando algo, siempre buscando.
Una grieta en el cielo,
un sonido que rasgue el silencio,
una chispa que confirme
que la vida no es solo eco.
Pero tal vez sea suficiente
que la mañana suceda
y tú estés ahí,
un poema que aún no sé leer
pero que entiendo de memoria.
