Tómame la mano y caminemos,
por senderos de luz y canto,
donde el viento susurra sueños
y el sol nos envuelve en su manto.
Juntos iremos por campos verdes,
donde la tierra respira calma,
y en cada paso el alma se pierde
en un abrazo que nunca se acaba.
Tómame la mano y siente la vida,
que en cada latido nos da su abrazo,
en el murmullo de hojas caídas,
en el susurro del río manso.
Que nuestras manos sean un puente,
que une almas en un solo destino,
donde el amor florezca siempre,
como las flores en el camino.