Cargando...
ElidethAbreu

*Todo Pasa*

Cambio constante

En la anchura del tiempo y del espacio,
donde el universo se expande sin cesar,
donde los seres se cruzan en su tránsito fugaz,
se encuentra la premisa de mi poema.
 
Todo pasa, todo fluye y se transforma,
como un río que nunca se detiene,
dando paso a la constante renovación,
a momentos efímeros que se desvanecen.
 
Las estaciones cambian con su ritmo constante,
el invierno da paso a la primavera,
donde los campos se tiñen de colores,
y las flores despliegan su belleza entera.
 
Todo pasa, las risas y las lágrimas,
las alegrías y las tristezas,
los amores que llegan y se van,
y las despedidas que nos dejan secuelas.
 
En el vaivén de la vida, se escriben historias,
con el paso del tiempo y sus desafíos,
donde nuestras huellas quedan marcadas,
pero al final el destino nos renderá sus bríos.
 
Todo pasa, y en el corazón se arraiga,
la dulce melancolía de los recuerdos,
que guardamos como tesoros preciados,
y nos hacen sentir vivos y contentos.
 
Así es la vida, fugaz como un rayo,
donde cada instante es un regalo divino,
y aunque todo pase y se transforme,
el amor y la esperanza siempre estarán en nuestro destino.
 
Todo pasa, pero nunca se olvida,
cada vivencia, cada aprendizaje,
cada experiencia que nos da sabiduría,
se graban en el alma como valioso bagaje.
 
En cada amanecer y en cada ocaso,
en cada risa y en cada lágrima derramada,
en cada encuentro y en cada despedida,
el fluir de la vida nos regala su eterna balada.
 
En este poema titulado “Todo pasa”,
intenté capturar la fugacidad del tiempo,
la impermanencia de cada instante vivido,
la esperanza de encontrar nuestro propio aliento.

La impermanencia del tiempo es algo que nos afecta a todos en algún momento de nuestras vidas. A medida que el reloj avanza, nos damos cuenta de lo fugaz que es todo, de cómo las cosas cambian constantemente y de cómo el tiempo se escapa de nuestras manos sin que podamos detenerlo.

Es importante reflexionar sobre la impermanencia del tiempo para poder apreciar el valor de cada momento que vivimos. Nos ayuda a darnos cuenta de que la vida es corta y que debemos ser conscientes de cada instante, de cada experiencia, y de cada persona que forma parte de nuestra vida.

La impermanencia del tiempo también nos enseña a no aferrarnos demasiado a las cosas materiales o a las situaciones que consideramos permanentes, ya que todo en esta vida es transitorio. Nos insta a vivir con gratitud y a aprovechar al máximo cada oportunidad que se nos presente, sabiendo que el tiempo es un regalo precioso que no podemos desperdiciar.

En resumen, la reflexión sobre la impermanencia del tiempo nos ayuda a vivir de manera más consciente, apreciando cada momento y valorando cada experiencia que la vida nos brinda. Nos recuerda que nuestra existencia es finita y que debemos aprovecharla al máximo, viviendo plenamente y cultivando relaciones significativas con los demás.

#Frugalidad #Impermanencia #Tiempo

Preferido o celebrado por...
Otras obras de ElidethAbreu...



Arriba