En mis labios tatuado llevo el verso,
que en silencio susurra tu memoria.
Es un eco de amor, un universo,
que en el tiempo y el espacio se desdobla.
Cada sílaba es un beso furtivo,
cada palabra un suspiro de anhelo.
En mi boca, tu nombre vive vivo,
como un tesoro oculto en el desvelo.
En el alba y el ocaso, siempre tuyo,
en los sueños y en la vigilia arde.
Es un fuego que nunca se consuma,
un susurro que siempre me acompaña,
un secreto que en mis labios se guarda,
tatuado en el alma, en la mañana.