En el jardín de los sueños,
donde la luna se deshace en espejos,
los pájaros de cristal cantan
melodías de caracolas y viento.
Los relojes duermen en hojas de nenúfar,
mientras las estrellas se deshilan
como hilos de seda en el aire,
envolviendo las sombras en susurros.
Un río de mariposas negras
fluye bajo el puente de los suspiros,
donde los peces de luz nadan
en un océano de lágrimas verdes.
Los cipreses se inclinan,
tocando las nubes de terciopelo,
y las flores de hierro crecen
en el jardín de los espejismos.
Allí, en el rincón más oculto,
entre muros de silencio y olvido,
la luna teje sueños de plata
con hilos de misterio infinito.