Soneto a una pintura de Monet
Nenúfares:Water Lilies
A orillas del estanque azul dormido,
donde el sol se desliza entre el follaje,
el agua guarda un leve paisaje,
reflejo tenue de un mundo encendido.
Nenúfares que flotan, suspendidos,
en su vaivén de verdes y de calma,
respiran bajo el lienzo y su alma,
en un soplo de azul contenido.
Luz que palpita, temblor en los dedos,
como un susurro de paz y de anhelo,
donde el color se funde en el misterio.
Oh, Monet, en tu trazo quedo,
el instante eterno y sincero
se abraza al agua y al cielo.
Monet en Nenúfares (Water Lilies), pintó el estanque de su jardín en Giverny con sus nenúfares, el agua en tonos azules y verdes, y reflejos de los árboles y el cielo.
En esta serie, Monet capta la luz, el movimiento y la atmósfera de su jardín a diferentes horas del día y en distintas estaciones, buscando plasmar cómo los cambios de luz afectan la percepción de color y forma. Es un estudio de la naturaleza y su transitoriedad, que transforma el agua y sus nenúfares en una danza de colores, matices y reflejos. Las pinceladas sueltas y los tonos difusos hacen que el espectador sienta el movimiento sutil del agua y la serenidad del lugar, como si estuviera frente a un paisaje impresionista que invita a la contemplación tranquila y sin prisas.
