Silva a la Vejez
En el ocaso de la vida, el tiempo se desliza,
Arrugas en el rostro, huellas de una vida vivida.
Los cabellos plateados, como hilos de plata fina,
La vejez se hace presente, con su mirada serena.
Los pasos ya no son tan firmes, pero el espíritu persiste,
En cada arruga se esconde una historia, un tesoro que subsiste.
Las manos, una vez vigorosas, ahora trémulas y cansadas,
Pero aún tienen la fuerza para abrazar, para acariciar almas amadas.
La vejez es un viaje, un camino recorrido con calma,
Donde los recuerdos se entrelazan, formando una rica trama.
Las experiencias vividas, como estrellas en el firmamento,
Guiando el camino de aquellos que aún están en el tiempo.
En la vejez se encuentra la sabiduría, el fruto de la experiencia,
Un cúmulo de conocimientos que trascienden la apariencia.
Las palabras pronunciadas con pausa, con un eco profundo,
Llevan consigo la lección de una vida, un legado fecundo.
Pero la vejez también trae consigo la nostalgia y la melancolía,
La sensación de que el tiempo se escapa, como arena en la vía.
Los amigos que se han ido, los amores que ya no están,
Dejando un vacío en el corazón, una sensación de soledad.
Pero en medio de la vejez, aún brilla la luz de la esperanza,
La capacidad de encontrar alegría en cada nueva mañana.
La vejez nos enseña a apreciar los pequeños detalles de la vida,
A valorar cada instante, cada risa, cada despedida.
Por eso en esta Silva dedicada a la vejez,
Exploramos los matices de este tiempo que nos desliza.
La vejez es un capítulo más en el libro de nuestra existencia,
Un recordatorio de que cada etapa tiene su propia esencia.
La Silva es una forma poética de origen español que se caracteriza por su estructura versátil y su ritmo fluido. Consiste en versos endecasílabos y heptasílabos, con una combinación libre de rima. Esta forma permite una expresión más libre y expansiva, ideal para explorar temas complejos como la vejez.
