Si yo digo Blanco, ella dice Negro
Yo le digo blanco, ella dice negro,
en un constante juego de desvarío.
Del contraste de ideas surge el fuego,
donde yace el misterio, el desafío.
Entre luces y sombras nos movemos,
en un baile de opuestos que nos llama.
En el vaivén de los polos nos vemos,
buscando la verdad que nos reclama.
Mas en medio del choque de las mentes,
se esconde la belleza de lo incierto.
En la divergencia nos hacemos conscientes,
de que la verdad no es un solo puerto.
Blanco y negro, en eterna dualidad,
nutriendo la conversa que nos guía.
Encontramos belleza en la diversidad,
y en la discrepancia, la armonía.
