Regresa al refugio, mi amor anhelado,
Mi pecho te llama, mi ser desolado.
Silencio es testigo de ardiente clamor,
El amor no espera, mi amor, mi amor.
Vuelve a este reducto donde el alma grita,
Regresa a los brazos que tu amor agita.
Mi sombra se alarga, mi esperanza mengua,
Regresa, mi amor, que tu ausencia me afea.
Tú, luz de mi noche, sol de mi mañana,
Mi alma sedienta tu amor reclama.
Regresa, mi amor, al puerto soñado,
Mi faro eres tú, mi calma encontrada.