El osito lloraba en su rincón, no quería dormir, ni oír canción. “¿Qué pasa, osito?”, le dijo mamá. “Es que en mis sueños no sé qué ha… “Tranquilo, pequeño, no tengas tem…
Oh Lempo, llama ardiendo en los a… tu fuego arrasa campos y cadenas, del caos brotan frutos y poemas, y el cielo tiembla al verte en sus… Eres pasión que quiebra los enigma…
Tu voz es brisa, mi piel sendero, flor que se eriza, sol prisionero. Sombra y rocío,
Yo estuve allí, bajo la sombra temblorosa de la ta… cuando el viento me nombró por mi… y el tiempo me tejió con hilos de… Fui la piedra
Vivir no es solo andar, es hallar el sentido en cada paso, saber cuándo parar, gozar sin gran retraso el sol, la risa, el vino y el abra…
En el rincón dorado de mi mente, brilla un recuerdo lleno de alegrí… un instante de pura fantasía, donde el alma se siente siempre pr… Cada risa y sonrisa tan ferviente,
El moro con habichuelas, y el chivo guisado al lado, el chicharrón bien dorado, son delicias que consuela. La bandera que revela
No mide su vida en oro o en fama, ni en lo que el mundo le quiso oto… sino en la risa que brota en su al… en los sueños que pudo alcanzar. Vivió sin miedo, con fe y sin pris…
En Comala, la sombra se desliza, susurra el eco un nombre en el abi… la muerte es vida, y en su espejis… el polvo abraza aquello que agoniz… Madre que espera, nunca se precisa…
Este mar no es calma ni consuelo, es sombra que traga la mirada, una honda marea desbordada que hunde en su fondo mi desvelo. No es azul, ni verde, ni clara esp…
Llegaste en la sombra, sin aviso n… como brisa tenue que roza la herid… dejando en mi pecho, al filo de la… un rastro indeciso, extraño y perd… No eras amor, ni sueño conocido,
Oh, Señor, mi Dios, mi Roca y Re… mi corazón rebosa de gratitud y am… Tus manos poderosas me sostienen c… y tu infinita gracia me colma de v… Te doy gracias, oh Dios, por el d…
La cuna humilde guarda su tesoro, luz en sus ojos, su sonrisa, oro. Sus manos tiemblan como hojas del… y en cada llanto mora el firmament… Duerme en la noche que el silencio…
En cada rincón de este vasto unive… Encuentro reflejos de tu ser inmor… Pues la naturaleza, en su lenguaje… Me habla de ti, amor, de manera ce… El susurro del viento en los altos…
En el pueblo de la luna, donde el sol nunca se asoma, la calaca se pasea, con su risa que desploma. “¡Ay, mortales, no teman!