En las tierras del mañana, donde el tiempo se desliza,
Habita un demonio sutil, llamado Procrastinación.
Con susurros seductores, nos susurra dulces mentiras,
Prometiendo un mañana mejor, lleno de motivación.
Nos invita a posponer, a dejar para después,
Las tareas que hoy pudieran llenarnos de satisfacción.
Nos envuelve en una ilusión, donde el tiempo es abundante,
Pero al final del día, sólo queda la frustración.
El mal hábito de procrastinar, es una carga pesada,
Que impide que avancemos, que nuestros sueños se hagan realidad.
Nos mantiene estancados, en un círculo vicioso,
Donde el mañana nunca llega, y el hoy se vuelve gris y fatal.
Pero podemos vencer, a este demonio astuto,
Con disciplina y constancia, podemos cortar su raíz.
Empezando por el hoy, por el ahora, por el momento,
Podemos construir un mañana, lleno de claridad y vitalidad.
No dejemos que el miedo, ni la pereza nos dominen,
Tomemos las riendas de nuestro tiempo, con valentía y decisión.
Porque cada momento es valioso, cada instante es un regalo,
Y no debemos desperdiciarlo, en las garras de la procrastinación.
Vamos, levantémonos, y empecemos hoy mismo,
A construir nuestro futuro, con acciones y determinación.
Dejemos atrás el hábito, de posponer nuestros sueños,
Y vivamos cada día, con pasión y dedicación.