Primavera de mi Juventud.
En la primavera de mi edad florida
Hallé el dolor que el alma me desgarra;
Pues una flecha, de repente herida,
Mi pecho traspasó con cruel amarra.
Miré a la causa de mi mal, rendida
Mi alma ante el fuego que en mis venas barre;
Y aunque al principio el sufrimiento espanta,
Pronto el amor mi corazón encanta.
En ese abril, con flores coronado,
Sentí la dicha y la congoja a un tiempo;
Pues si el amor mi ser había hechizado,
También sembró en mi pecho el descontento.
Cual navío en las olas contrastado,
Mi espíritu se hallaba sin sosiego,
Ora elevándose en sublime vuelo,
Ora abatiéndose en oscuro duelo.
Mas, en medio de tan incierta suerte,
Hallo consuelo en mi ardiente pasión;
Pues si el amor me otorga dulce muerte,
También me brinda celestial unión.
En esta primavera de mi vida,
Mi alma se debate, entre anhelo y pena,
Buscando la ventura prometida
Que solo el fuego de tu amor serena.
He procurado mantener la estructura formal en octavas reales y el tono elevado y poético característico, conservando también algunos de los motivos y temas recurrentes en su obra, como la contraposición entre el dolor y el gozo del amor, así como la imagen de la primavera y la juventud.
