Poema del Camino
Sendero que se alarga, sinuoso y errante,
Camino que se pierde, huidizo y distante.
Pisadas en la arena, huellas fugitivas,
Que se borran al paso, calladas y esquivas.
Desierto que se extiende, infinito y vacío,
Morada del silencio, templo del hastío.
Solitaria la senda, solitario el andar,
Sólo el viento por guía, sólo el sol por mirar.
Soledad que se adueña, que cubre y que embarga,
Soledad que se hace pena, pesada y amarga.
Susurros en la brisa, ecos del ayer,
Memorias que se apagan, recuerdos que se ven ir.
Larga es la jornada, largo el peregrinar,
Sin rumbo ni destino, sin nada por hallar.
Sólo el alma que implora, sólo el corazón que clama,
Buscando una respuesta, una luz, una llamada.
Poema del camino, poema del dolor,
Poema del encuentro con la propia erosión.
Pena de largo aliento, pena que no cesa,
Pena que es el espejo de la vida que pesa.
