”¿Podrá salir algo bueno de Belén?”
¿Podrá salir algo bueno de Belén?
preguntan voces al viento pasar,
un pueblo pequeño, sin brillo, sin nombre,
esquina olvidada del vasto lugar.
Sus calles de polvo, sus noches en calma,
¿qué grandeza encierra en su humilde rincón?
¿Acaso una luz que quiebra la sombra
podría nacer de tan simple estación?
Pero a veces el oro no brilla al principio,
ni el poder se muestra con ruido y estruendo,
es en lo sencillo, en lo callado,
donde el milagro encuentra su centro.
Un niño, un llanto, un cielo estrellado,
una madre joven, un pesebre humilde.
¿Quién podría imaginar que en la paja y el frío
se gestara esperanza para miles y miles?
¿Podrá salir algo bueno de Belén?
repiten los sabios con duda y temor.
Pero la estrella responde en el cielo:
“De lo más pequeño brota el mayor.”
Y Belén se viste de gloria,
pues del rincón que nadie vio,
brotó la historia que el tiempo recuerda,
la chispa de fe que el mundo encendió.
