Piensa diferente,
como el agua que se adapta
como el viento que no pide permiso,
como la luz que se filtra
por la grieta más pequeña
e ilumina lo imposible.
No sigas los pasos gastados,
los caminos sin preguntas,
las voces que repiten
lo que nunca fue tuyo.
Atrévete a dudar,
a saltar,
a construir puentes en el aire
y sostenerte en la fe de lo invisible.
Piensa diferente,
como quien descubre
que el miedo no es muralla
sino puerta,
que el dolor no es ancla
sino faro,
que las heridas son mapas
y no cadenas.
Mira el mundo con ojos nuevos,
desnuda de certezas,
abierta a la magia de lo incierto.
Sé la pregunta sin respuesta,
el fuego que no se apaga,
el eco que desafía el silencio.
Piensa diferente,
porque en la danza del cambio
es donde empieza la vida.